domingo, 8 de diciembre de 2013

Historia Gastronomica




LA COMIDA ANTES Y DESPUÉS

La inmigración de mis Bisabuelos al hoy en día en los sabores



Con la llegada de los inmigrantes a Argentina, entre ellos se encontraban mis bisabuelos, nacidos en Italia.  Vinieron a nuestro continente en busca de nuevas oportunidades, empezar de cero cuesta,  para la mayoría, y mucho mas estando lejos  de casa.  Como en la antigua  Grecia, buscaron nuevas tierras para crecer.
En barco llegaron, trasportando consigo algunas semillas de sus tierras, recetas heredadas de sus familiares, y sus costumbres. Por parte de mis abuelos supieron mantener la  tradición de agasajar a la familia  y amigos, desde la comida en abundancia hasta la charla de sobremesa, mantenerlo fue un desafío y mas en los tiempo de hoy en día.
En la actualidad mis padres no lograron mantener el vinculo familiar, el vivir  acelerado se fue perdiendo la costumbre de sentarse a la mesa y disfrutar un buen plato de comida.
El hecho de pasar horas cocinando para alguien querido, se cambiaron  las charlas por la televisión,  en el presente las grandes cenas son deliverys  o algo pre-cocido. Pensar que antes la comida era mejor que ahora es mucha responsabilidad decir que si, pero cuando uno es chico hay comidas que nos dan asco y no la comemos por placer sino por obligación.
Hoy me arrepiento de no haber heredado el paladar de  mis bisabuelos, ya que ellos trajeron historia gastronómica apasionante, que no las disfrute por ser chico. Seria más fácil acordarme los aromas, sabores y textura si me hubiesen gustado  en  aquel momento. Fue difícil adaptar el paladar teniendo en cuenta que en los noventa la globalización entro en nuestra vida de manera masiva, los   productos extranjeros avanzaron llenándonos de publicidades por donde mires desde golosinas, bebidas y  COMIDA RÁPIDA,   es el caso de Mc Donald’s,  el 50% por ciento entra por los ojos no hay que olvidar que nos conquistaron con publicidades apasionante haciéndonos olvidar lo  sano que  se cocinaba en casa, no podemos decir que las comidas de nuestra niñez no era rica, podemos decir que nuestros abuelos nos cocinaban con amor, no entraba por los ojos pero si por sus aromas que tanto anhelamos de grandes, no hay que dejar de lado nuestra  identidad  heredada por generaciones.




lunes, 7 de octubre de 2013

La Panaderia de Pablo Defensa 269 Capital Federal


Este local gastronómico refleja una profunda restauración en su fachada del Siglo XIX, que fue claramente reparada y resaltada con color blanco, a la cual se añadieron toldos de color rojo para darle un mayor impacto y notoriedad.
Al ingresar al espacio semi-cubierto delantero, se percibe el impacto del interior- exterior,  que es proporcionado por el efecto de continuidad con el salón principal que hace a La Panadería de Pablo un restaurante atractivo a primera vista.
La temperatura del ambiente se siente agradable y cálida sin contrastar demasiado con el exterior.
El espacio es amplio, resaltado por los techos elevados de color negro, que junto con la galería vidriada convierten a los techos en un importante punto focal integrador de las distintas partes del local en el momento del ingreso, llamando también la atención desde la perspectiva trasera, la cocina y la barra, que son a mi parecer el segundo punto focal de interés.
En cuanto a lo olores no se perciben en ningún momento del día, lo que nos lleva a observar el trabajo impecable de los extractores que mantienen el ambiente puro.
Los mobiliarios son, en su totalidad, de formas cuadradas y rectangulares.  
En cuanto a los colores del interior predomina la neutralidad heterogénea que combina tonalidades de marrones, negro y algunos detalles pasteles sutiles.
Posee  ritmo en sus luces colgantes, mesas, sillas y columnas. Es muy asimétrico y conserva de todos modos su armonía, elegancia e integridad.
En lo referente a la acústica, se puede decir que el lugar es muy apacible. No se escucha el murmullo de las personas, solo la música funcional a un volumen moderado y placentero.
Por los puntos descriptos y analizados en los párrafos anteriores, se puede concluir que, La Panadería de Pablo, es un lugar altamente recomendable para salir de la rutina de las oficinas circundantes y el ruido del microcentro porteño.

 Servicio: Muy buen servicio a toda hora del dia.
 Comida: Preguntar platos del dia.




                                       Leo  Romero
La Panaderia de Pablo Defensa 269 Capital Federal